La cosmética vegana tiene cada vez más adeptos.
La cosmética vegana tiene cada vez más adeptos.

Cosmética vegana: que nuestra belleza no requiera de la crueldad hacia los animales

Cosmética vegana: que nuestra belleza no requiera de la crueldad hacia los animales

El veganismo también ha llegado a la cosmética. Se trata de no utilizar productos ni elaborados con materias de origen animal -como el aceite de ballena- ni testados con la crueldad animal. Un movimiento cada vez más presente y que se enfoca hacia la sostenibilidad del medio ambiente. 

El término ‘vegano’ es relativamente reciente, de apenas mediados del siglo XX -fue acuñado en 1944 por Donald Watson, fundador de la Vegan Society de Inglaterra-, cuando se quiso profundizar y llevar más allá el hasta entonces utilizado término de vegetariano o vegetariano ‘total’.

La diferencia de ambos términos radica en que mientras el vegetariano no come carne, el vegano tampoco consume derivados de los animales, como pueden ser huevos o leche.

Sin embargo, aún sin término establecido, el veganismo se practicaba desde antes de que existiera el término. Uno de los nombres más sonados fue Arthur Ling, creador de Plamil Foods, la primera fábrica de leche vegetal, en en 1926.

El movimiento vegano fue cada vez adquiriendo un mayor respaldo. En 1946 apareció el primer libro de cocina que incluía este término en su título. Su autor due Fay K. Henderson. En España sin embargo no fue hasta prácticamente final de siglo que el término comenzase a popularizarse.

En los últimos años el veganismo ha traspasado la alimentación para adentrarse en otros sectores y hacer de él ya no solo una pauta alimentaria sino un estilo de vida: el estilo de vida vegano, que afecta a todas nuestras parcelas.

Entre ellas, una de las que más se ha potenciado en los últimos años es la cosmética vegana: aquella no testada en animales y que no usa en su composición productos de origen animal.

El veganismo en los cosméticos va de la mano con la sostenibilidad: las personas que buscan productos veganos para su belleza también abogan porque sean productos sostenibles, respetuosos con el medio ambiente. La encuesta anual de ‘Green Beauty Barometer’, realizada por la marca Kari, señalaba en ese sentido que el 37 % de los consumidores encuestados estaba incluso dispuests a invertir más en cosméticos sostenibles.

Los consumidores tienen por lo tanto a buscas cosméticos sostenibles pero además que sean “libres de crueldad animal”. Para ello deben estar etiquetados como productos libres de materiales de origen animal y de crueldad animal.

Etiquetas aplicables a todo tipo de productos de belleza, desde esmalte de uñas hasta rímel de ojos o barras de labios. Con el fin de agruparlos, la organización PETA ha listado a más de 1.700 marcas que son libres de crueldad.

Esto significa que ingredientes muy frecuentes en los cosméticos, como pueden ser el alcohol cetílico -nombre utilizado para el aceite de cachalote o aceite de ballena- dejen de ser utilizados en estos productos.

Además, la tecnología está ayudando a detectar que los cosméticos indicados como veganos sean realmente así. Existen ya aplicaciones que permiten leer los códigos de barra para informar al consumidor de manera más clara acerca del origen real de un producto. En definitiva, la cosmética vegana no solo aboga por la protección animal sino que es un paso más en ese camino que necesariamente debemos transitar hacia el respeto animal y la sostenibilidad medioambiental. 

Cosmética vegana: que nuestra belleza no requiera de la crueldad hacia los animales