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Benarés, la ciudad de los muertos

Misticismo e historia son los dos términos más apropiados para definir este particular enclave de más de 3000 años de antigüedad.

La ciudad de Benarés, situada en el estado de Uttar Pradesh se trata de unas de las urbes más importantes de toda la India.


Con poco más de 1 millón de habitantes, la metrópolis es visitada anualmente por cientos de miles de peregrinos a causa de su estatus de lugar sagrado dentro del folclore nacional.


Según las creencias autóctonas, Benarés fue fundada por el propio dios Shiva, figura de suma importancia dentro del panteón hindú.


Este representa una de las tres divinidades más importantes del país y encarna la destrucción y resurrección del universo.


Así mismo, escritos religiosos afirman que quien muera en la ciudad o en sus alrededores, quedará liberado del ciclo reencarnaciones, lo que permitiría al individuo alcanzar por fin el paraíso o Nirvana.


Es por este hecho que un gran porcentaje de los viajeros que visitan Benarés tienden a ser enfermos que se retiran al lugar para pasar allí sus últimos días de vida. A consecuencia de ello, al emplazamiento también se le conoce como “la Ciudad de la Muerte”.


Por toda la zona se encuentran repartidas dependencias de mayor o menor calidad en las que los moribundos pueden hospedarse hasta que expiran. Tras fallecer, sus cuerpos son cremados y sus cenizas esparcidas al río que baña la ciudad: el Ganges.


Este último, tiene el honor de contar con el apelativo de Madre de India y juega un papel esencial dentro de la cultura hindú como cauce de transición entre la vida y la muerte.


La propia arquitectura del lugar se levanta teniendo en consideración su cauce, pudiendo accederse a este a través de distintos puntos de acceso conocidos popularmente como ghats.


Es en estas zonas donde se llevan a cabo las incineraciones de los cadáveres para posteriormente ser depositado en el río.

No obstante y dado el elevado precio de la leña, inasumible para algunos sectores de la población, el cuerpo en muchas ocasiones no termina su proceso de quema y es igualmente dispuesto en el Ganges.


Esto contribuye a, entre otros tantos motivos, hacer de sus aguas una de las más contaminadas del mundo.


Sin embargo, no impide a algunos de los más devotos sumergirse diariamente en ellas aludiendo a sus propiedades sacras.


Por este y por muchos más motivos, Benarés resulta ser una ciudad singular, misteriosa pero apasionante para descubrir, donde religión, tradición y cultura se dan de la mano para hacer las delicias de todo aquel que se atreva a cruzar miles de kilómetros para conocerla de primera mano.