GENÉTICA
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CIENCIA GENÉTICA

¿Hasta dónde llega nuestro control? Bebés modificados genéticamente

¿Hasta dónde llega nuestro control? Bebés modificados genéticamente

A principios de la década de los 90, el investigador español Francisco Mojica (Universidad de Alicante) descubrió un sistema por el cual las bacterias eran capaces de defender su ADN de las infecciones víricas. Este descubrimiento, sumado a los trabajos de las científicas Emmanuelle Charpentier y Jennifer Doudna dio lugar a una técnica capaz de modificar el genoma celular de forma dirigida.

 

El sistema CRISPR/Cas9  permite identificar regiones del ADN y mediante ingeniería molecular eliminar, editar o “mejorar” el genoma de cualquier tipo celular. Para explicar el mecanismo se ha utilizado el símil de unas tijeras que funcionan con una exactitud enorme, cortando de una forma increíblemente  precisa el ADN de interés para la investigación.

Esta tecnología que ha marcado un antes y un después en el mundo de la biología, se está convirtiendo en la “nueva carrera espacial”. Si durante la última mitad del siglo XX, entre Estados Unidos y la antigua Unión Soviética, existió una fuerte competencia por posicionar humanos y satélites en el espacio, la nueva carrera está teniendo lugar ahora en los laboratorios de genética de Estados Unidos y el gran gigante asiático, China.

La justificación a esto se encuentra detrás de las utilidades que la tecnología CRISPR/Cas9 está demostrando tener en campos tan dispares como la industria alimentaria, agricultura o  la industria farmacéutica. Pero de todas ellas, la modificación genética como terapia ante enfermedades de origen genético es la que más interés despierta a nivel académico y social. Algunas enfermedades como la fibrosis quística o la anemia falciforme, causadas por pequeñas mutaciones ya localizadas, podrían ser corregidas gracias a esta tecnología. Sin embargo, los comités de bioética y los gobiernos de EE.UU o  de los países miembros de la Unión Europea presentan unas normativas estrictas que ralentizan y complican los estudios en este campo. Hecho que no se da en China, donde los hospitales tienen una gran independencia a la hora de realizar este tipo de estudios.

Tal es la ventaja que lleva China que esta semana conocíamos que esta técnica de edición había sido usada para que unas gemelas nacieran con la capacidad de ser inmunes ante la infección por VIH. La noticia, que para muchos no resulta creíble pues fue publicada por el investigador chino a través de la plataforma YouTube, anunciaba el nacimiento de las dos hermanas en perfecto de salud. La investigación no ha sido publicada por revista científica alguna, por lo que hace sospechar que el hecho no es tal. Aún sin confirmar esta reciente noticia, sí hay constancia que la Universidad de Ciencia y Tecnología del Sur (China) ha estado reclutando parejas  y que han estado realizando experimentos con fetos de hasta seis meses.

Existen, aproximadamente, seis mil enfermedades causadas por la mutación de un solo gen que podrían ser tratadas genéticamente sin, hasta el momento demostrados, efectos secundarios para el paciente y a coste relativamente barato. Ante tan revolucionario avance médico, la comunidad científica se encuentra dividida entre aquellos que ven la oportunidad y los que temen las repercusiones sociales y morales de la modificación genética. Solo el paso del tiempo y los avances en otras áreas permitirán conocer qué futuro espera a la ciencia genética.

¿Hasta dónde llega nuestro control? Bebés modificados genéticamente