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Hasta el 'Mal de Amores' tiene su día.

Mal de amores (o mal de muchos...): historias de otros que lo pasaron peor que tú

Mal de amores (o mal de muchos...): historias de otros que lo pasaron peor que tú

Dentro del catálogo de ‘Días Raros’, el 29 de julio se celebra el ‘Día Internacional del Mal de Amores’. Pero si tienes el corazón 'partío' no te preocupes, muchos otros lo pasaron peor que tú y de desamor nadie (casi nadie) se muere. Alíate de la música, los helados y las amistades.

A estas alturas ya sabemos que casi todo tiene un día, así que tampoco nos extraña demasiado que el ‘Mal de amores’ tenga su espacio en el calendario. Al fin y al cabo es algo por lo que todos y todas hemos pasado alguna vez (y si no lo has pasado, ya te tocará). Y es que en ese catálogo de ‘Días raros’, el día 29 de julio es el ‘Día Internacional del Mal de Amores’; es decir, una jornada para poner en valor ese momento en el que te dejan, como diría Alejandro Sanz, con el corazón 'partío'.

El mal de amores es lo que se define como “una situación de sufrimiento y malestar físico y emocional ocasionado por la dificultad de posibilidades de vivir una relación de pareja armoniosa y estable con la persona amada”. Se vincula además a un estado hormonal y psicológico que genera una serie de emociones y procesos bioquímicos, como angustia, frustración, ira, tristeza, depresión, irritabilidad y pérdida de peso.

Aunque hay quien puede dedicar esta jornada a deleitarse en su dolor u optar mejor por sentirse feliz porque salió airoso (y más fuerte) de esa ruptura sentimental. Y este segundo, es sin duda el mejor camino. Y para salir del bache qué mejor que recordar algunos de esos enamorados a los que también le rompieron el corazón. Porque verás que si te comparas (mal de muchos...), tu mal de amores al lado del de ellos se cura con una buena tarde entre colegas.

El caso es que, desde tiempos inmemoriales, han quedado registrados, ya sea en canciones, en documentos, en narrativa, en teatro, numerosas historias sobre el tema. Será quizás porque cuando estamos felices nos centramos más en aprovechar el momento, mientras que cuando nos asola el mal de amores la escritura creativa es un buen remedio para salir del bache (y si no que se lo digan a Joaquín Sabina y a su amplio repertorio sobre el desamor).

Un clásico para comenzar, Romeo y Julieta. La historia nos la ahorramos porque todos la conocemos, pero pocos mal de amores acaban tan trágicamente. Y si preferimos la versión castellana, tenemos a los amantes de Teruel, Isabel de Segura y Juan Martínez de Marcilla. Cuando ella por no romper su matrimonio impuesto dijo que no podía besarlo, él dijo 'bésame, que me muero'. Y ante su negativa, ahí mismo cayó muerto. (Hoy sabemos que si te dicen bésame, que si no me muero, puede considerarse chantaje y mejor pasar del pretendiente).

También en España tenemos al rey del Romanticismo (mucho antes que Pablo Alborán), al cual también el desamor le llevó a la muerte: Mariano José de Larra se suicidó, dicen que a consecuencia de su relación con Dolores Armijo, aunque todos sabemos que a Larra lo que realmente “le dolía” era España.

De muertes también tenemos numerosas historias de parejas que, tras llevar juntas toda la vida, al morir uno su pareja fallece con días o meses de diferencia. Mueren de pena y desamor, aunque más que de desamor mueren para llevar su amor hasta el último aliento, ¿no creen? Una historia que, por cierto, también se traslada a algunos animales. Los gansos solo tienen una pareja durante su vida y son leales a ella queriendo siempre permanecer a su lado. El día que uno de los gansos de mi madre se murió, su pareja se lanzó (literalmente) a los perros. Su suicidio impregnaba, ya les digo yo, mucho más amor que el de Larra.

Y es que el amor es la característica más básica de los seres humanos, pero cuando nos desenamoramos, es mejor aliarse de unos buenos amigos, unos ricos helados y pasar “el duelo” con positividad. Temas hay para elegir porque, como como cantaba Amy Winehouse en ‘Back to Black’, el desamor es volver al negro. “Solo dijimos adiós con palabras / morí cien veces / Vuelves a ella / Y vuelvo a negro”, reza de manera muy gráfica uno de los millones de temas que nos hablan de amores rotos. Aunque, siempre será mejor quedarnos con las historias que vendrán después de la puerta cerrada. Así que nos quedamos con esta canción de Luz Casal, para dar luz al día del desamor: “Y si gana la derrota habrá que volver a empezar / Apostar aún más alto y comenzar a pelear / Sé que el vértigo se irá, pero sólo si te atreves a saltar / Saltar una vez más”.

Mal de amores (o mal de muchos...): historias de otros que lo pasaron peor que tú