Dicen que los viajes los disfrutamos tres veces. La primera de ellas cuando los soñamos, cuando estamos planeándolos, organizándolos, decidiendo qué recorreremos, que descubriremos... La segunda, cuando estamos inmersos en el viaje. Y la tercera, cuando los rememoramos, cuando recordamos lo bien que lo pasamos, cuánto disfrutamos.

Esta Semana Santa no podemos salir de nuestras ciudades, debemos ser cívicos y responsables. Evitar los viajes no solo para no llevarnos de ‘souvenir’ una multa, sino sobre todo por ser responsables y evitar que siga propagándose este virus que ya tanto nos ha arrebatado.

Pero aunque no podamos disfrutar del viaje sí que podemos disfrutar de las otras dos versiones. Así que por un lado te proponemos desempolvar recuerdos. Sabemos que la última Semana Snata también la pasaste en casa, pero ¿dónde estuviste la anterior? Y si pensamos en verano, ¿dónde estabas, por ejemplo, hace cinco, diez años? ¿Recuerda aquel viaje tan bonito que hiciste con tus padres, tu pareja, tus amigos...? Igual es el momento de rescatar aquellas fotos; puede que si es de hace unos años las tengas guardadas en un CD; aquel en el que pone 'Verano de 2005'... ¿Y si haces una selección y las imprimes? Y mientras vas comiendo torrijas este Jueves Santo, vas pegando las imágenes en un nuevo álbum. No es lo mismo que viajar, lo sabemos, pero recordar es, como se suele decir, volver a pasar por el corazón.

Y nuestra segunda propuesta es la de disfrutar del viaje por su preparación. No sabemos si será este verano o el próximo, pero ¿por qué no empiezas a soñarlo? El primer paso es elegir el destino al que quieres ir; no te pongas barreras que soñar es gratis.

Una vez elegido el destino decide durante cuánto tiempo te gustaría alargar tu escapada. Y piensa también con quién te gustaría hacer ese viaje. Si esa persona es tu actual conviviente puede ser un bonito plan en común para esta Semana Santa: idear juntos el viaje. Piensa qué tipo de experiencias quieres llevar a cabo en el recorrido. Si te decantas por un viaje de relax, de escapadas por montañas o playas; si quieres hacer un 'road trip' o sumergirte en un solo destino; si vas a hacer un viaje gastronómico; si quieres conocer un país extranjero, de este lado o del otro lado del charco por ejemplo; si quieres recorrer todos los festivales, o todos los museos. Y una vez decidido, mira opciones de vuelto y de alojamiento. Quizás no lo compres ni reserves aún, pero puedes mirar las combinaciones, las posibilidades, dejarlo todo listo para cuando llegue el momento de realizarlo.

Puedes también mirar cómo deberás moverte en el destino, si tendrás que alquilar un coche o hay un buen transporte público, o la opción de alquilar una bicicleta; descubrir qué tipo de comida ofrece el destino. Adéntrate en qué actividades y en qué monumentos o visitas culturales te encontrarás en el lugar escogido y planea qué podrías hacer cada día, aunque también puedes dejar alguna jornada 'libre', para la improvisación, para lo que surja.

Y como tienes tiempo, esa es la ventaja de planear el viaje con tanta anticipación, busca cultura que te hable del lugar. Libros -no solo guías sino novelas- que te adentren en el lugar escogido para tu viaje. Ponte esta Semana Santa películas cuyo escenario sea el lugar que quieres visitar Es una maravillosa manera de viajar sin moverte del sofá, adentrarte en la magia del cine o de la literatura para después, cuando por fin volvamos a viajar, descubrir el destino con la mochila de sueños y conocimientos que has adquirido previamente. Uno disfruta mucho más de Roma si antes ha visto ‘Vacaciones en Roma', acompañando en sus paseos a Gregory Peck y Audrey Hepburn. O se acerca mejor a Londres si antes ha leído ‘Historias de Londres’, de Enric González. Leer, por ejemplo, a Borges o a Julio Cortázar es siempre una buena opción, pero es además casi una necesidad si planeas viajar a Argentina.

En definitiva, no, no podemos viajar esta Semana Santa con nuestras ciudades perimetradas y el COVID-19 acechándonos, pero eso no significa que recordando o planeando no podamos soñar con el mejor de los viajes. Porque mejores tiempos también llegarán.