Estos zumos no solo prometen perder peso y purificar nuestro organismo, algunos se postulan como el milagro contra el acné, las estrías o incluso contra el cáncer. Ante estas características y el masivo número de seguidores que están cogiendo, se ha creado un importante negocio capaz de generar millones de euros anuales. Sin embargo, y como en la gran mayoría de las cosas, no todo siempre es tan idílico

Estos preparados, si bien son una gran fuente de vitaminas y minerales, también se debe mencionar que al ingerir solo una parte de estas frutas y verduras dejamos atrás importantes nutrientes. Lo que no nos cuentan es que estos preparados aportan una gran cantidad de azúcares, ya que se concentra todo el azúcar presente en las frutas y verduras utilizados. Además, al dejar fuera la fibra, este azúcar se absorbe mejor y pasa en mayor cantidad y más rápidamente a la sangre. Esta fibra desechada no solo es útil para facilitar nuestra digestión, sino que es fuente de alimentos para las bacterias que habitan en nuestro intestino y que son saludables para el correcto funcionamiento de nuestro organismo.

Otro problema que se genera tras la ingesta de estos productos líquidos es que no conseguimos “engañar” a nuestro cerebro, al no ser necesaria la masticación la sensación de saciedad tarda más en aparecer.

Hasta aquí, podríamos pensar que no nos han contado toda la verdad, pero no hemos sido engañados. Sin embargo, esas capacidades detoxificantes de las que se vanaglorian no son tan ciertas. Nuestro organismo, una máquina perfectamente engranada, ya cuenta con sus propios sistemas para eliminar impurezas y elementos tóxicos: riñones e hígado.

Comer frutas y verduras completas resulta mucho más nutricionalmente más recomendable y saludable para nuestro cuerpo que estos zumos y batidos, que sí cuentan con algo más que la fruta es todo el marketing que hay detrás