¿Se nos ha ido de las manos el regalo de la ‘seño’?
¿Se nos ha ido de las manos el regalo de la ‘seño’?

Del ‘spa’ al ‘delantal’, ¿se nos ha ido de las manos el regalo de la ‘seño’?

Del ‘spa’ al ‘delantal’, ¿se nos ha ido de las manos el regalo de la ‘seño’?

¿Spá, láminas personalizadas, cesta de bombones, flores, agendas...? Regalo de fin de curso a la maestra, ¿sí o no? ¿Es realmente un agradecimiento o se ha convertido ya en una imposición social?

El ‘Day Pass’, que se ha hecho hueco aplastando al antaño clásico centro de flores. Aquellas placas a ‘la mejor profesora’, hechas en metal, y entregadas al final del ciclo, cuando decíamos adiós al colegio para pasar al instituto, hoy han derivado en una obligación a la que nos enfrentamos cada final de curso, literalmente, desde que son bebés.

¿Se nos han ido de las manos los regalos a la ‘seño’? Probablemente, al menos un poco, sí. Y si no que se eche un vistazo al aluvión de mensajes de las dos últimas semanas en cualquier chat de padres y madres (muchas más madres que padres, todo sea dicho).

Todo comienza cuando alguien suelta la bomba en el chat, a principios de junio, normalmente. Alguien escribe eso de ‘estábamos comentando en el parque si le vamos a dar un detallito a... (nombre de la maestra)’. Lo normal es que nadie diga que no, aún cuando muchos piensen aquello de ‘A mí nadie me da un regalito por trabajar...’.

Al final todos acceden, al fin y al cabo, en el mejor de los casos, nuestros hijos adoran a su profesora. Creamos o no en él, el regalo se ha instaurado, aunque con el tiempo irá diluyéndose: omnipresentes en Infantil, más o menos en Primaria y adiós muy buenas en Secundaria.

Otra historia es el nivel del regalo. Ya no vale una agenda, unas flores, un ‘detallito’, como se vendía antes... Lo que se ha instaurado es el regalo para que la profe se relaje. El spá, el día de hotel con piscina (y marido...) Pero, ¿tiene sentido? ¿no es suficiente con tener dos meses de vacaciones?

La pregunta es si se trata de agradecer -que muy agradecidos estamos, los más, cuando son buenos docentes, se implican y dan amor a nuestros peques- o realmente nos hemos instaurado en una (otra más) convicción social. ¿Es agradecimiento o es hipocresía?

¿Realmente es necesario el spá o se debería de optar por algún regalo más personalizado, que deje recuerdo de los niños y niñas? Un delantal-bata con los nombres, unas láminas, un mapa de huellas...

Una de las teorías más famosas de la comunicación es la denominada ‘del espiral del silencio’, acuñada por Noelle-Neumann en su libro La espiral del silencio. Opinión pública: nuestra piel social (1977). Viene a decir que el individuo tiende a dar la opinión que considera que dará la mayoría, lo aceptado socialmente aún cuando no la comparta. Es esa opinión pública la que da cohesión a la sociedad. Es ese decir sí al regalo aún cuando se opine que no debe darse.

El importe a dar en el regalo es otra cuestión en el debate. ¿La mamá de mellizos debe aportar el doble o se asume por familia? ¿Se tiene en cuenta que para algunas familias, que llegan muy ajustadas a final de mes, poner 5 ó 10 euros por niño/a para el regalo del profe, más lo mismo para el profe de las extraescolares, puede ahogar el presupuesto familiar? Y si esos padres dicen que no pueden, ¿firman solo unos el regalo ‘de la clase’?

No es tan sencillo el dilema. Son varios los conflictos que llegado el momento general el asunto. Más aún si se presiente que posicionarnos puede derivar en un conflicto escolar que se arrastre con los años. Al fin y al cabo, es más que predecible que el grupo de padres vaya a ser el mismo unos cuantos años... En definitiva, una decisión más en el camino de la crianza y junio convertido en el ‘agosto’ de los spás.

Del ‘spa’ al ‘delantal’, ¿se nos ha ido de las manos el regalo de la ‘seño’?