La menstruación acompaña a la mujer desde la pubertad, cuando a los once o doce años suele aparecer. No es únicamente el sangrado mensual -los tres o cuatro días de regla-, sino un proceso vital que la acompaña en todo momento. El ciclo menstrual tiene tres fases: folicular (antes de la liberación del óvulo); ovulatoria (liberación del huevo), y lútea (después de la liberación del óvulo).

La ciencia ha demostrado que el momento de nuestro ciclo en el que nos encontremos influye no solo a la hora evidentemente de concebir, sino también en otros aspectos físicos y emocionales. Una mayor o menor energía, el nivel de concentración, la sensibilidad, el cansancio... Pueden ser debidos no a “estar con la regla”, sino al momento del ciclo en el que se encuentre la mujer.

Después de cuarenta años conviviendo con esta característica biológica, llega la menopausia, la época de la vida de una mujer en la cual deja de tener menstruaciones. Se produce porque los ovarios dejan de producir las hormonas estrógeno y progesterona.

Esto provoca además que la mujer pierda su protección natural contra las enfermedades; lo que implica un mayor riesgo de sufrir problemas cardíacos, accidentes cerebrovasculares y osteoporosis. Es una época que suele ocurrir en torno a los cincuenta años y se considera como tal después de doce meses sin tener un período menstrual.

¿Qué es la menopausia precoz?

Aunque la edad media de inicio de la menstruación es alrededor de los cincuenta años, puede dar lugar antes. Es lo que se denomina menopausia precoz, y puede aparecer en torno a los 45 años o incluso antes. De hecho, un 6 % de las mujeres atraviesan la menopausia prematura antes de los 40 años. Esto conlleva además dejar de ser fértiles desde ese momento.

En ocasiones, tratamientos contra el cáncer o cirugías de extirpación de útero u ovarios pueden ser la causa de una menopausia precoz. Pero también existen otras, como el hábito de fumar. Sin embargo también puede no existir una causa específica. Simplemente el ovario de la mujer deja de producir óvulos de forma espontánea.

¿Cuáles son los síntomas o cómo detectar una menopausia precoz?

La irregularidad en la menstruación suele ser la primera señal de alerta, especialmente en mujeres con reglas bastante regulares. A veces los periodos pueden distanciarse más entre sí y ser ese el primer aviso del cuerpo.

Los síntomas que también pueden alertarnos son prácticamente los mismos que en una menopausia posterior.

Algunos más físico como dolores de cabeza; focos y sudores, especialmente durante la noche; sequedad vaginal y también en la piel, ojos y boca; problemas urinarios como incontinencia o mayor frecuencia de la micción; cambios en el peso, o inflamación de la vagina y el útero, entre otros. Y otros aunque con influencia física, asociados más a la parte emocional: disminución de la libido (y la consecuencia física de dolor en las relaciones sexuales); cambios de humor, como irritabilidad o tristeza; baja autoestima, insomnio... Síntomas a los que debemos de estar alertas para saber si nos encontramos ante la menopausia.