Tromsø
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DESDE LA CIUDAD AL SUR DEL SUR

Al norte del norte, Tromsø experience

Al norte del norte, Tromsø experience

Popularmente la palabra vacaciones viene siempre ligada a las épocas de verano y Semana Santa, pero desde hace ya unos años la fiebre de las vacaciones navideñas ha ido creciendo. Nos hemos dejado enamorar por el encanto, en unos casos de huir del frio y viajar hacia tierras cálidas en Diciembre, como América del sur y en otros casos por buscar lo que los europeos reconocemos como el auténtico espíritu navideño.

 

Porque muchos somos los que consideramos que una Navidad sin temperaturas bajo cero no merece ser llamada así, nos declinamos por recomendaros como destino la ciudad noruega de Trømso. Dentro del círculo polar ártico, esta pequeña isla convertida en población puede regalarnos unas vacaciones de ensueño.

En ella encontraremos una ciudad rodeada de aguas heladas y abundante nieve. Su vegetación de montaña y sus grandes lagos, no todos cubiertos de hielo, le dan ese aspecto de cuento tan encantador. Sin duda es un lugar para disfrutar de la naturaleza y la isla te ofrece distintas maneras de hacerlo. En primer lugar podréis encontrar algo que a mí me resultó de lo más atractivo, caminos de nieve destinados a ser transitados con esquís para recorrer la isla de un lado a otro. A estas pistas de esquí de fondo en que se convierten los caminos, se puede también ir a tirarse en trineo. La diversión está, sin duda, garantizada para niños y mayores y todo desde la seguridad, porque todos estos carriles están acondicionados y se encuentran cercanos a los núcleos de población.

Además de las aguas que rodean la isla, en su interior podemos encontrar lagos helados que se utilizan con asiduidad como pistas de patinaje sobre hielo. Pero no solo la orografía y vegetación del terreno nos dejan imágenes inigualables, también su fauna es sorprendente. Cerca de la ciudad podremos encontrar una granja de renos y ver focas en cautiverio. Por no decir que los renos también campan a sus anchas por las carreteras que salen de la isla.

Si buscamos cultura, la encontraremos en su museo sobre el pueblo Sami. En él podremos hacer un recorrido por las costumbres y forma de vivir de los samis, descubriremos sus capacidades para sobrevivir a una tierra hostil como la noruega y veremos recreadas piezas fundamentales para este pueblo como trineos, cabañas, ropajes….

En Trømso también se encuentra la biblioteca más septentrional. De ella llama poderosamente la atención su construcción a base de placas de cristal y sus salientes alerones en forma curva. Arquitectura norteña que pretende conectarse con las montañas que la rodean.

Lo mejor del destino que hemos escogido son sin duda las auroras boreales, destellos de colores que se despliegan por todo el cielo de la ciudad creando formas inusitadas e iluminando las largas noches polares. ¡Nada comparable en el mundo con la magia de estas auroras!

Si bien es verdad que en muchos casos la idea de pasar una semana sin ver el sol puede resultar agobiante de primeras, os aseguramos que la experiencia merece la pena. Es algo tan único, tan inolvidable, que llegaréis a disfrutarlo.

A nivel gastronómico los imprescindibles a probar son tres, en primer lugar el salmón y en segundo el bacalao. Estarán tan frescos que parecerá que es la primera vez que realmente los coméis. El tercer básico es el queso marrón noruego, su sabor entre dulce y salado es perfecto para cualquier aperitivo y también para las meriendas. Los más valientes también podrán probar la carne de reno y de ballena. Que además de en restaurantes puede encontrarse en los supermercados más grandes de la ciudad.

Puede que este año ya sea demasiado tarde para embarcaros en un viaje hacia el polo norte, pero podéis ir preparando la escapada de la Navidad que viene. Todos merecemos vivir unas vacaciones al estilo escandinavo, llenas de galletitas de jengibre y con mucha nieve alrededor.

Al norte del norte, Tromsø experience