Hace apenas unos días, el 22 de abril, celebrábamos el ‘Día Internacional de la Madre Tierra’, una jornada en la que recordábamos la necesidad de cuidar nuestro mundo para poder seguir viviendo en él y para que futuras generaciones venideras tengan un mundo en el que vivir en lugar de que apenas les dejemos un estercolero sin árboles, un mundo resentido y dañado.

Sin embargo, ya desde que nacemos estamos generando residuos. Un bebé, en los aproximadamente dos años y medio que tarda en dejar el pañal, gasta una media de cinco o seis pañales diarios. Esto supone que si vamos sumando todos esos pañales durante esos aproximadamente dos años y medio, nos da una suma de 5.400 panales. Es decir, estamos tirando a la basura más de una tonelada en peso de residuos. Para que tengamos una imagen gráfica, si cogemos los pañales que usan todos los niños de España en un año y los juntamos, llenamos dos veces el Estadio Santiago Bernabeu, según la equivalencia aportada por la web ‘Bebéymas’. Otro dato que aportan los estudios es que en esos dos años y medio se requiere, para fabricar ese número de pañales, que se talen cinco árboles. Si por cada niño hemos de talar cinco árboles, solo debemos multiplicar para apreciar el daño que le estamos haciendo al medioambiente.

Pero existe una alternativa más respetuosa con nuestro entorno, más limpia y más ‘verde’. Se trata de usar pañales de tela, y no nos referimos a las gasas que usaban a modo de pañal nuestras abuelas, sino a verdaderos pañales pero que en lugar de ser desechables creados a partir de la celulosa, son de tela. Son mucho más sofisticados que los que se usaban antiguamente, pero sobre todo, mucho más prácticos, ya que además disponen de un compartimiento donde se mete la absorción. Además se crean con diferentes tipos de tejidos según las necesidades del niño o niña, porque por ejemplo en niños pequeños que están empezando a controlar sus esfínteres es preferible usar un tejido polar más repelente del pipí, mientras que en los bebés más pequeños se usa un tejido más absorvente o incluso una gasa de bambú para proteger más su piel. Y es que, además del favor que le hacemos al medio ambiente, y por ende a nosotros mismos, usando pañales de tela, un valor añadido es que cuidamos más la piel de nuestros bebés evitando que se enrojezca o irrite.

Además, tal y como explica Carolina Santiago, asesora en pañales de tela y cofundaodra del espacio de crianza sostenible ‘Níperos Níperas’, los bebés que usan pañales de tela aprenden antes a controlar sus esfínetres ya que son más concientes de lo que pasa con su cuerpo y sienten antes la humedad. Por lo que debemos añadir tambiñen esta ventaja a optar por la tela.

Desde el pasado día 19 de abril y hasta este último domingo, día 25, se ha celebrado la Semana Internacional de los Pañales de tela. Que además tiene un motivo por el cual se celebra en esa semana y no en otra cualquiera y es para coincidir precisamente con el Día Internacional de la Madre Tierra, además de con un evento online que se celebra cada año a nivel mundial y que se llama ‘El Gran Cambio de Pañal’, un encuentro alrededor de una crianza más consciente y respetuosa con el medioambiente.

Precio de los pañales

A veces asusta la inversión inicial ya que cada pañal de tela cuesta alrededor de entre 20 y 26 euros, por lo que si un bebé utiliza unos cinco o seis al día, al menos deberíamos de comprar inicialmente el doble de esa cantidad de pañales, esto se convierte en una inversión inicial de alrededor de 200 euros. Un importe no asequible a todos los bolsillos. Sin embargo, si sumamos el gasto acumulado en los pañales desechables es infinitamente mayor. Así que en lugar de regalar tartas de pañales, una buena opción sería poner en la ‘lista del bebé’ pañales de tela.

Otro factor que a veces echa para atrás es el tener que lavarlos, pero como recuerda Carolina Santiago, apenas nos supone mucho esfuerzo poner otra lavadora más, esta de pañales: "¿O acaso nos plantearíamos usar ropa desechable por no tener que lavarla?".