EL VICIO DEL PODER
EL VICIO DEL PODER

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Qrónica cinéfila: "El vicio del poder"

Qrónica cinéfila: "El vicio del poder"

El estreno de una de las grandes protagonistas de la gala de los Oscars 2019 ha llegado recientemente a nuestras pantallas. Dicha película llamada en español “El vicio del poder”, bien podría haber conservado su título original: “Vice”, muy apropiado para el punto sarcástico desde el que se encuadra el film.

Esta película con pretensiones documentalísticas se llena de buena técnica y ciertos momentos de modernidad en el montaje de las escenas, pero más allá de cómo está hecha, nos interesa su contenido, que sin duda resultará controvertido.

“El vicio del poder” describe como fue la subida al poder del que fuera vicepresidente de los Estados Unidos de América durante el mandato de George Bush hijo, Dick Cheney, encarnado por el excelentísimo Christian Bale. En esta andadura descubrimos a un hombre a priori desencaminado que se vuelve sumiso en las manos de su esposa. Esta a través de su sueño de llegar a ser alguien grande en la vida y mermada en sus posibilidades por su posición de mujer, consigue que su marido vaya ascendiendo por el ramaje político hasta alcanzar la cima. Hasta aquí nada demasiado inusitado, lo que realmente sorprende a la vez que repugna en esta película es observar las tripas más podridas de la política. Durante sus 132 minutos los intereses particulares pasan por encima de los deberes profesionales y por encima de toda moral.

Ver esta peli es una buena forma de reflexionar una vez más sobre aquel vetusto concepto de la intrahistoria, que tanto gustaba a Unamuno. Parece increíble que las pequeñas decisiones de unos cuantos hombres puedan cambiar tanto el destino del mundo. Cualquiera que la vea sentirá un miedo mucho más profundo que si de una peli de terror se tratase, sentirá la angustia de no saber en manos de quien está depositada su vida y la de los que le rodean.

Sin duda “El vicio del poder” es una de esas películas totalmente políticas, como ya lo fuera la española “El reino”, que nos dan un punto de vista diferente de la historia reciente, porque nos sumergen en las entrañas de personajes políticos que aún viven. Pero además “Vice” nos muestra a los políticos americanos como los causantes de la guerra de Irak y como los únicos responsables de la profusión de Isis. Acostumbrados como estamos a que EE.UU se muestre como el estado más heróico del mundo –basta recordar “La noche más oscura”- , ahora ya no puede dejar de enseñarnos su verdadera cara.

Las interpretaciones en esta cinta son realmente fantásticas, por tanto no es de extrañar que Christian Bale tras haber ganado el Globo de oro como mejor actor, también consiga el Oscar este año. No sólo por su increíble cambio físico que lo hace a todas luces irreconocible, sino porque conduce magistralmente a su personaje de principio a fin. La que también nos ha conquistado con su inigualable interpretación es Amy Adams, particularmente a mí me parece que es lo mejor que ha hecho en su carrera. Esperemos que también se lleve algún merecido premio.

Como todo no pueden ser elogios, os diré que la película muestra a mi entender una visión demasiado simplista de la realidad, sobre todo al hacer culpable a un único hombre de prácticamente todos los males de la humanidad reciente. Otro de los puntos que tampoco me parecen demasiado acertados es su forma de retratarnos al ex presidente George Bush, como un pelele en las manos del vicepresidente, que no era consciente absolutamente de nada. Sin duda los historiadores coincidirán conmigo en que esta versión histórica es algo complicada de creer en su totalidad.

Ni que decir cabe que os recomiendo ir a verla al cine, porque además de enriquecedora y entretenida os hará reflexionar y mucho.

Qrónica cinéfila: "El vicio del poder"