Belén Torres: “El trabajo artesanal, además de bonito, es muy terapéutico

Belén Torres: “El trabajo artesanal, además de bonito, es muy terapéutico

Cualquiera que sepa lo que significa scrapbooking, lettering o macramé conoce el nombre de Belén Torres. Sus perfiles de internet muestran cientos de creaciones con su estilo inconfundible y alumnos de toda España han disfrutado aprendiendo caligrafía artística en sus clases. Tras un año alejada de la actividad creativa, Belén vuelve “dando caña” en el mundo real y el virtual con la joyería artesanal.

Has trabajado con caligrafía, scrapbooking, macramé y ahora joyas. ¿Cómo empezó todo?

Empecé con el carvado de sellos y haciendo algo de scrapbooking, para decorar cosas que yo hacía. Eso me llevó a la encuadernación y el cartonaje y luego me metí en la caligrafía, para personalizar los libros, los álbumes de fotos, etc. Con la caligrafía ya me perdí, entre rotuladores y tintas. De la caligrafía pasé al lettering y terminé siendo profesora. He estado yendo a la Península a dar cursos de lettering en diferentes ciudades. He pasado por muchas fases. Ahora me estoy dedicando a las joyas y la arcilla polimérica.

Has realizado talleres por toda España, ¿aquí en Ceuta hay una comunidad de aficionados a este tipo de artes?

En Ceuta no, la comunidad la formé sobre todo a partir de internet. De hecho tengo amigas con las que hicimos un grupo y una o dos veces al año hacíamos cursos con calígrafos en Sevilla, en Madrid y en Bilbao. Eran cursos intensivos que luego aplicaba a mi estilo. Después estuve personalizando cosas con la sublimación, como bolsos, botellas, tazas o cojines. Además también tenía las cosas que hacía a mano. Las bolas de Navidad personalizadas con los nombres, por ejemplo. El último año hice cerca de 800 bolas. Eso creo que me hizo petar la cabeza. Entre eso y problemas familiares, di un parón de casi un año en el que estuve sin hacer nada ni publicar en las redes sociales.

 

Ahora has vuelto a la actividad pero cambiando de artesanía.

Cuando empecé a estar mejor, volví pero con otras cosas. Empecé con el macramé, haciendo nudos con las cuerdas. Yo lo llamé hacer nudos para desatar otros nudos Ahora hago principalmente joyería artesanal. Me he metido en la arcilla polimérica y estoy haciendo un curso de certificación para ser profesora. Aprovecho para aprender la técnica y tener la certificación al mismo tiempo.

Has hecho talleres como profesora y estás sacando esta certificación. ¿Te gusta la parte docente?

Sí me gusta, pero sobre todo por el hecho de desconectar y estar con un grupo de gente a la que le gustan las mismas cosas que tú. Es el rato de disfrutar.  Cuando daba los talleres de lettering,  a mí después me daba igual sentarme y escribir el nombre de todas y hacerles lo que quisieran durante horas. Yo con un rotulador y un papel era feliz. La cosa de los talleres es que crea un vínculo muy especial. Te desconecta. Las horas pasan volando mientras estás enseñando a alguien a hacer lo que a ti te apasiona y se pasa muy bien. Tuve que dejar de salir fuera por problemas familiares y paré, pero las letras siempre van a estar ahí. Con ellas puedo personalizar todas las piezas que haga.

 

De todas las cosas que has trabajado, ¿cuál te ha dado más satisfacción?

Las letras son mi mayor debilidad, pero si siempre hago lo mismo me aburro. Necesito ir cambiando. Cuando un hobby se convierte en obligación, ya cansa, como todo. A veces he parado de hacer algo aunque me haya ido muy bien, por cambiar el chip y no entrar en monotonía. Además una cosa me lleva a la otra. Los sellos para estampar empezaron porque quería decorar le envase de los jabones artesanales que hacía. Empecé con el scrapbooking por eso. De ahí al cartonaje, la encuadernación… Ha ido evolucionando. Lo que más tiempo he estado haciendo ha sido la caligrafía y lettering, porque era la manera de personalizar todo lo que yo hacía. Terminará con letras también en algún momento pero ahora mismo estoy en esa fase creativa de cambiar de tercio y aprender cosas nuevas. Con la joyería entro en la tradición familiar,  porque mi abuelo y su familia eran joyeros.

¿Volvemos artesanía y la personalización en época de franquicias?

La artesanía te permite tener una cosa especial, tanto para uno como para regalar. Con el tema de la joyería, puedes hacer algo que no se va a encontrar en ningún otro sitio y además son piezas contadas. No va a haber 50 iguales. Hay cosas de las que saco solo una. Hago un estampado con la arcilla y eso es exclusivo porque el resultado es irrepetible. Aunque utilice la misma técnica, ya no será igual. Nada más lo vas a tener tú. Incluso he aprendido alambrismo, para poder montar las piezas y que las joyas sean mis creaciones de principio a fin.

Las redes sociales son el lugar principal donde encuentras seguidores y clientes. ¿Cómo lo gestionas?

Todo es por internet, Instagram y Facebook. La comunidad es enorme, aunque al estar un año parada, los seguidores han bajado bastante. Tampoco es una cosa que me importe, yo voy a  lo mío, hago lo que quiero. En mi perfil soy yo. Antes mucha gente estaba por las letras y han dejado de seguir. Llegue a los 30.000 seguidores de Instagram pero lógicamente al estar mucho tiempo sin publicar y cambiar de tercio, han bajado. Yo enseño lo que hago. Si un día hago solo gimnasia, pues las fotos serán de eso.

 

¿Cuál es la parte menos conocida del mundo de la artesanía?

Lo que no se ve el trabajazo que llevan las cosas y que es algo que es muy terapéutico. Todo lo que sea hecho a mano relaja muchísimo. Yo me concentro con algo y cuando me doy cuenta, me dan las 11 de la noche sin darme cuenta. Te centras en los que estás haciendo y desaparecen todos los problemas. Si luego te dedicas a hacer cosas para vender, sobre todo para seguir comprando materiales, intentas hacer algo con todo el cariño del mundo. Quieres ofrecer algo diferente y especial para cada persona, algo que nada más lo tengas tú. Con la joyería pasa eso, sobre todo la arcilla. La trabajas y sacas dibujos a esa arcilla pero no te puedes encontrar nunca otra igual porque cada placa es diferente. Solo hay esas piezas de cada placa y son muy, muy especiales. Se salen de lo común, de lo industrial que te encuentres en cualquier sitio. Son cosas hechas con mucho cariño y que llevan mucho trabajo detrás.

Facebook: Belén Torres -alma de Torres-

Instagram: @belentorres_ceuta

Belén Torres: “El trabajo artesanal, además de bonito, es muy terapéutico