El cargo de presidente no es nuevo para usted pero ¿cómo afecta la situación actual de pandemia al trabajo del Consejo?

Los retos son diferentes. Desde que empezamos, en septiembre de 2019, nos cogió el 2020 y el 2021. Aún no nos hemos estrenado en la expresión más externa del Consejo y de las Hermandades, que es la celebración de la Semana Santa, y también el Rocío, África, San Daniel y San Antonio. No ha sido posible. No sé si el año que viene será factible o no, pero aparte se han hecho otras muchas cosas y se siguen haciendo, porque hay muchos otros tipos de trabajo que hacer.  

En estos dos años no se pudieron celebrar los actos de la Semana Santa como de costumbre, pero hubo otras actividades. ¿Cómo se adaptaron las Hermandades?

El año pasado estábamos confinados, por lo que no hubo nada. Solamente dio tiempo a algún culto justo antes del confinamiento. Fue el Medinacelli y ya se hizo con una serie de medidas sanitarias. Lo hizo la Hermandad, claro, pero como Consejo estábamos pendientes de todo. Ya con el estado de alarma no se pudo hacer nada. Este año, al poder hacer alguna que otra cosa más, se han celebrado todos los cultos de las Hermandades cumpliendo a rajatabla las medidas covid. El vía crucis lo hicimos en la catedral, con aforo limitado, por ejemplo. No podíamos hacer el pregón, porque era con un grupo de personas grande. A raíz de eso pensamos en ese período montar una exposición con enseres de las Hermandades, que se ha podido hacer porque no estaban en la calle. La exposición estuvo un mes en el Museo del Revellín y tuvo muy buena aceptación. Fue una manera de decir que estábamos en Cuaresma y Semana Santa aunque por las circunstancias no lo pareciera.

¿Cómo se afronta la Semana Santa 2022?

Tenemos reunión a finales de mes o a principios de octubre y ahí vamos a tratar dos escenarios. Ya hemos conocido la Semana Santa confinados completamente. El año pasado pudimos hacer algunas cosas. Vamos a contemplar un par de escenarios con medidas restrictivas, planificándolo todo, pero a expensas de que Sanidad nos diga si podemos hacerlo o no. No sé si se va a celebrar la Semana Santa. Hay muchos que dicen sí, que seguro, pero no se sabe. Ganas tenemos todos, pero esto (el covid) no entiende de nada.  Hay veces que hay menos contagios y menos muertes, otras que se dispara. Las medidas restrictivas van cambiando cada 15 días, así que no tenemos idea de cómo va a resultar en marzo. Tendremos previstas dos o tres opciones y haremos lo que se nos permita.

El Consejo está preparando el viaje a Valladolid en octubre, que es la sede del Encuentro Nacional de Jóvenes de Hermandades y Cofradías este año. Allí cada delegación tendrá un voto en la decisión de la próxima ciudad anfitriona. ¿Cómo se presenta el encuentro y las perspectivas de Ceuta?

Yo voy preocupado. De aquí vamos un grupo de 28 jóvenes y no tan jóvenes pero que se sienten jóvenes. Vamos todos con las vacunas y los certificados en regla, pero claro, no sabemos cuántos serán ni cómo será allí, aunque sabemos que se tomarán medidas covid. La idea es que en 2022, si es posible y si se deciden por nosotros, podamos recibir a jóvenes de toda España en Ceuta. Esperamos que la gente confíe en nosotros y nos dé la votación.

¿Cuáles son los puntos fuertes de Ceuta como candidata para acoger el JOHC el año que viene?

La sorpresa. Tenemos ya la experiencia y  el marketing hecho de 2008, cuando Ceuta acogió el XXI Encuentro Nacional de Hermandades de Penitencia. Antes éramos unos auténticos desconocidos en la Península a efectos de forma de celebrar la Semana Santa y del patrimonio que tienen las hermandades de la ciudad. Antes de 2008 habíamos hecho alguna pirueta en Fitur (Feria Internacional de Turismo) y en Munarco (Muestra Nacional de Artesanía Cofrade) para enseñar nuestro patrimonio, pero lo definitivo fue en 2008, que fue un éxito absoluto. No lo decimos nosotros, fue el comentario que hubo. Entonces vamos con ese plus.

¿Qué ofrece Ceuta a los 400 jóvenes que podrían asistir al IX Encuentro el año que viene?

Ofrecemos la ciudad, una ciudad africana que tiene 18 hermandades. El estilo de nuestra Semana Santa es sevillano, las medidas son sevillanas, el aire es sevillano, pero con nuestras características de Ceuta. Yo creo que eso llama muchísimo la atención y  es una sorpresa. La gente se asombra cuando conoce cómo somos en la ciudad en ese aspecto y el patrimonio que tenemos, que es muy rico en imaginería, en orfebrería, en talla de pasos… Eso es el punto fuerte. Y, por supuesto, ofrecemos una ciudad atractiva en muchos aspectos. Vamos a ver si tenemos suerte. Si nos dan la confianza, los esperamos con los brazos abiertos y trabajaremos como en 2008 para que todos los que vengan aquí se vayan con un buen recuerdo de ese encuentro.