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Juan Carlos Benítez: "El valor añadido de una joya es su inevitable componente emocional"

Juan Carlos Benítez: "El valor añadido de una joya es su inevitable componente emocional"
El pequeño de cinco hermanos, Juan Carlos empezó su carrera en el mundo de la joyería hace más de 30 años. Su padre y su tío abrieron la primera Joyería Benítez en 1946 y hoy la familia sigue ofreciendo y asesorando a sus clientes en las primeras marcas de joyería y relojería del mercado. La tienda situada en la cuesta del Revellín es la segunda casa de Juan Carlos, que nos anima a acercarnos a conocer un sector a la vez innovador y eterno.

 

¿En 30 años cómo ha cambiado el diseño de las joyas?

La joyería, como todo, ha tenido su evolución en cuanto a diseño aunque hay de todo. Dependiendo del fabricante puedes encontrar diseños muy atrevidos y otros que se decantan por un diseño más clásico. Nosotros apostamos por las dos opciones. Siempre tenemos el diseño apropiado para cada cliente. Tratamos de hacer un modelaje que vaya en consonancia con las tendencias pero sin perder ese toque de toda la vida. Nos gusta ofrecer cosas que no pasen mucho de moda para que perduren en el tiempo. De esta forma la joya, además de tener su valor material, pasa a tener un valor añadido desde el punto de vista emocional para la persona que lo posee y pasa de padres a hijos, haciendo ese valor aún más importante si cabe.

De todas formas, las modas suelen ser cíclicas. Hace 20 años la tendencia era el oro amarillo, después cambió al oro blanco y ahora vuelve a introducirse el amarillo y también el rosa.

 

¿La clientela sigue siendo la misma?

Sigue siendo la misma. Pienso que a todo el mundo le gusta poseer una joya. La joyería es para todos los públicos. Es importante que la gente sepa que siempre hay una joya para cualquier presupuesto. Lo que ocurre, a mi parecer, es que la escala de preferencias ha cambiado. Antes la gente era más aficionada a comprar joyería. Ahora vemos cómo a la gente no le importa gastarse 1.000 euros en un teléfono o en cualquier artículo del sector tecnológico, por ejemplo, que tiene una vida media aproximada de 2 o 3 años años, pero sí le importa gastarse 1.000 euros en una joya, que es para toda la vida. En ese aspecto el público ha cambiado, porque antiguamente no había estas tecnologías y se apreciaba poder comprar una buena joya o un reloj en cualquier ocasión. Hoy la tendencia ha cambiado aunque la joyería sigue viva y vigente. La gente se sigue interesando mucho.

 

¿Cuál es el valor de una joya?

Hace tiempo había un anuncio que decía que un diamante es para siempre y esto es una verdad irrefutable. Un diamante siempre vale dinero. Cuando hablo de diamantes quiero puntualizar que nos referimos a diamantes talla brillante que es la que se comercializa generalmente hoy en día en joyería. Mi padre tenía esta premisa en cuenta, por eso decía que los brillantes había que comprarlos siempre de buena calidad. El decía que, si no los vendes, siendo de buena calidad siempre conservarán su valor. Esta premisa es la que siempre hemos mantenido, ofreciendo a nuestros clientes siempre lo mejor. Esto en cuanto a su valor material pero, como ya hemos comentado, toda joya tiene un valor emocional que cada propietario le añade y yo creo que esto es lo que realmente hace que para cada uno esa joya sea única e irrepetible.

¿Para el cliente es una inversión?

Por supuesto, aunque la perspectiva haya cambiado con el tiempo. Antiguamente la gente compraba una joya y, aparte del tema estético, se tenía muy en cuenta el aspecto de la inversión. Hoy también, aunque menos. Cuando vienen a comprar una joya buscan más el diseño que la premisa de hacer una inversión. Con el ritmo de vida que llevamos no se piensa en comprar para guardar, sino que lo compran por que le gusta y se lo quieren poner. Por eso tratamos de hacer diseños muy ponibles, muy de todos los días, aunque evidentemente también tenemos joyas para determinadas ocasiones, piezas mas importantes ya que también tienen su público. Por eso el género que trabajamos generalmente te lo puedes poner a diario y además tiene un precio asequible a todos los bolsillos.

 

¿Los relojes siguen la misma tendencia que las joyas?

En relojería ha habido una auténtica revolución en los últimos 10 o 15 años. No ha cambiado tanto la escala de valores que comentábamos antes como en las joyas. El reloj ha pasado de ser un mero instrumento que da la hora a convertirse en uno de los complementos más importantes, al igual que los zapatos o el cinturón. Hoy mucha gente no tiene un solo reloj, sino 2 o 3 para poder combinarlos según la forma de vestir o para un evento determinado. Además la relojería se ha convertido en afición para mucha gente. Esto ha hecho que haya un público determinado que se interese por los aspectos técnicos de ciertos modelos hasta niveles de auténticos profesionales. En este segmento también cabe decir que existe el aspecto de inversión y que muchos clientes se dejan llevar por él a la hora de comprar sus relojes. No hace falta decir que la industria suiza ha crecido proporcionalmente al aumento de esa demanda en los últimos años y hoy por hoy existe un catálogo interminable de marcas, modelos y precios. La tendencia se mantiene y de la misma manera tratamos de tener siempre un reloj adecuado para cada bolsillo.

 

¿Qué le diría a aquellos que no se han acercado nunca a una joyería?

Animarles a que nos visiten y que nos pidan consejo y solventen cualquier duda que tengan. Disponemos de una gama interminable de artículos adaptables a cualquier gusto y a cualquier presupuesto. Mucha gente no se atreve a preguntar o lo ve como algo fuera de su alcance pero la realidad es distinta. Siempre hay una ocasión para regalar un joya, sea del precio que sea.

 

Después del confinamiento, ¿cómo está siendo a vuelta a la normalidad?

La gente está respondiendo muy bien, mejor de lo que creíamos. Vemos a la gente con ganas de consumir. Ya no sólo el público de Ceuta, sino también de la Península. Aquí tenemos la ventaja de que, al no haber IVA, en este tipo de productos, incluso en el nivel de precio más económico, ya hay diferencia con respecto a la Península. Aparte de los descuentos que nosotros hacemos a nuestra clientela. Tenemos las puertas abiertas para todo aquel que quiera venir a informarse y dejarse aconsejar por nosotros. Somos profesionales con muchos años de experiencia y nuestra mayor satisfacción es la satisfacción de nuestros clientes.

Juan Carlos Benítez: "El valor añadido de una joya es su inevitable componente emocional"