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El talento múltiple de Jose Silva

SILVA
En una sociedad tan tecnócrata, alejada por completo de nuestro alma y espíritu aún alberga pequeños oasis de creación y arte. Para dar voz y visibilidad a quienes aún crean por un sentimiento profundo y no por el interés comercial, hemos conocido a José Silva.

José Silva es un artista multidisciplinar y polifacético que a la edad de 60 años aún continúa en activo y, lo que aún es más admirable, aprendiendo nuevas técnicas y disciplinas. Formado en la Madrid, donde estudió interpretación y danza, ha trabajado y practicado toda la vida danza clásica -hecho que ha repercutido en un enviable estado físico a sus 60 años-.

Además de la danza o la interpretación, ha completado su formación artística con la pintura. Si bien ha tomado clases para formarse en estas disciplinas, considera que gran parte de lo que sabe lo ha aprendido de forma autodidacta. En la actualidad, vuelca gran parte de su tiempo y esfuerzos en publicar y que nos llegue a todos su segunda novela “Había en el fondo del mar”, inspirada en un poema de Luís Cernuda donde se narra la historia de una ciudad imaginaria. Con ella, José pretende presentarla y llegar más lectores en ciudades como Sevilla o Madrid.

Su primera novela, “La Madeja” vio la luz en el año 2016 y de ella aún podemos encontrar algunos ejemplares en la librería Totem. Esta novela cuenta la historia de un joven que desde Algeciras migra a Madrid a comienzo de los 2000 buscando la movida de los 80.

Este carácter multidisciplinar enriquece y fortalece sus actuaciones, en las que mezcla todo aquello que domina desde la danza más clásica a la poesía. Con el mismo Cernuda de fondo, prepara ahora una actuación donde se fusiona el flamenco con poesía y jazz en colaboración con Rosa Founaud.

La creatividad y el arte no cesan, pues se alimentan de la expresión y no del dinero o la fama. Cuando beben de los sentimientos más profundo, el reconocimiento ajeno queda en un segundo plano.

La mente y el espíritu tan vivo de José Silva no paran ni un segundo y ahora, donde otros verían un tiempo de barbecho y reposo, él contempla la maravillosa oportunidad de aprender a tocar algún instrumento musical, y en su caso el ukulele.

A José lo podemos encontrar en su estudio de Gran Vía donde en alguna ocasión ha impartido clases, pero que en estos momento aloja su taller de pintura donde además de crear expone sus obras para ser vendidas.