WALL-E nos enseñó hace ya trece años que es posible encontrar la ‘ramita verde’ entre tanta destrucción. Esta película de animación, realizada casi íntegramente por computadora, nos muestra -con una gran dosis de ternura y comedia- la historia de un robot diseñado para limpiar la basura de un mundo abarrotado de suciedad. En su misión de limpieza, WALL-E conoce a EVA, una robot que investiga si en ese planeta futuro comido por la basura en el que habita el protagonista es posible renacer, salvando a la naturaleza y, en consecuencia, al mundo y la humanidad.

Dirigida por Andrew Stanton y producida por Walt Disney Pictures y Pixar Animation Studios, WALL-E entró en los corazoncitos de las personas preocupadas por su mundo, por un medio ambiente que ya entonces, hace más de una década, agonizaba entre contaminación y basuras.

Un año antes de que apareciera esta película, un documental se había colado en nuestras televisiones para alertarnos también de los peligros de no cuidar el medio ambiente. La hora 11, creado y narrado por Leonardo DiCaprio y dirigido por Leila Conners Petersen y Nadia Conners, se adentra en la problemática medioambiental, aportando algunas posibles soluciones para mejorarlo. Sequía, hambre, inundaciones severas, huracanes, altas temperaturas... El mundo nos habla, viene a decirnos, y o lo paramos ya o será demasiado tarde porque no habrá mundo que dejar en herencia a nuestros hijos.

Este documental, a su vez, era pura herencia de otro producido dos años antes, en 2006, y que marcó un antes y un después en los audiovisuales sobre este tema, especialmente dentro del género documental: Una verdad incómoda. La figura del expresidente americano Al Gore es prácticamente línea transversal de este documental que se centra en el calentamiento global del planeta y en sus devastadoras consecuencias.

Pero ni solo las películas dirigidas al público infantil ni tampoco solo los documentales nos hablan del cuidado al medio ambiente. Existe una amplia cantera de películas que abogan por la necesidad de cuidar nuestro entorno y que ponen en evidencia algunos de los más graves problemas que sufre el mundo en este sentido.

De 2013 es, por ejemplo, la película Rompenieves, una coproducción entre Corea del Sur y Estados Unidos. Narra cómo un experimento fallido para solucionar el problema del calentamiento global desemboca en el fin de la vida, a excepción de los pasajeros del Snowpiercer, un tren que recorre el mundo impulsado por un motor de movimiento eterno. Es una adaptación de la novela gráfica Le Trasperceneige’, escrita por Jean-Marc Rochette y Jacques Loeb.

Libros, películas y documentales; cultura en definitiva que nos anima a cuidar el medio ambiente. Y que en una jornada como hoy, 5 de junio, nos animamos a recordar. En esta fecha se conmemora el ‘Día Mundial del Medio Ambiente’, que se centra en la restauración de ecosistemas con el lema ‘Reimagina, recrea, restaura’.

“Restaurar los ecosistemas significa prevenir, detener y revertir este daño, pasar de explotar la naturaleza a curarla. Para ello, y precisamente en este día, arrancará el Decenio de las Naciones Unidas sobre la Restauración de Ecosistemas (2021-2030), una misión global para revivir miles de millones de hectáreas, desde bosques hasta tierras de cultivo, desde la cima de las montañas hasta las profundidades del mar. Solo con ecosistemas saludables podemos mejorar los medios de vida de las personas, contrarrestar el cambio climático y detener el colapso de la biodiversidad”, explican las Naciones Unidas.