Ópera para niños, un vehículo de aprendizaje en desarrollo

En los últimos años, varias iniciativas buscan acercar la música clásica a los niños y niñas.

El próximo lunes, 25 de octubre, se conmemora el Día de la Ópera, una fecha en la que este estilo musical busca cómo llegar a un público más generalista. Como a los pequeños de la casa, sobre quienes se ha comprobado que presentado de manera amena, la música clásica es un maravilloso vehículo de aprendizaje.

La música clásica se acercó a los oídos de los más pequeños gracias a que durante cerca de una década, entre el año 2000 y el 2009, Televisión Española emitía un programa llamado El conciertazo. Era un programa dedicado a ofrecer la música de manera educativa pero también lúdica a los pequeños de la casa, y se especializó, primero desde La Primera y después en La 2, en música clásica.

Fernando Argenta, presentador y músico, hijo del director de orquesta Ataúlfo Argenta, dirigía este programa en el que la Orquesta sinfónica de RTVE, bajo la tutela de Enrique García Asensio, uno de los pioneros de la divulgación musical, -en los primeros programas- y la Orquesta y Coro Filarmonía, dirigida habitualmente por Pascual Osa, tocaban piezas musicales. Seguía la estela de los Clásicos Populares, pero centrado en el público infantil.

EL programa puede volver a verse en la web de RTVE, como también puede verse This is opera, una serie de 30 capítulos que hace un recorrido por la historia de la ópera, desde el nacimiento del género hasta nuestros días.

Y es que acercar tanto la música clásica en general como el género de la ópera en concreto a un público más generalizados ha sido desde años uno de los campos de batalla de la música y de los sucesivos ministerios de Cultura. Homogeneizar este estilo musical para desvestirlo de prejuicios y acercarlo a todos los ciudadanos, incluidos los niños y niñas. Obras como La flauta mágica, El Barbero de Sevilla, Rigoletto, La Traviata o Turandot se han adaptado en los últimos años para mostrarlas al público infantil.

El Teatro Real de Madrid ha intervenido considerablemente en esa homogeneización de la ópera. El próximo lunes, 25 de octubre, la institución cultural se une un año más a la celebración del Día Mundial de la Ópera, y para acercarla a los madrileños propondrán dos actuaciones en la Carroza del Teatro Real instalada, en esta ocasión, en la Plaza de Isabel II. Este espacio es un pequeño escenario ambulante creado a partir de la transformación de un camión tráiler como los que habitualmente se utilizan para el transporte y almacenaje de la escenografía, atrezzo y vestuario de las óperas. Su interior puede adaptarse a diferentes escenografías, proyecciones o exposiciones, de acuerdo con las necesidades de cada evento o actuación. Un escenario vivo capaz de acercar la cultura a distintos espacios. Pero además el Teatro Real ofrece una agenda específica para niños, que enmarca en la sección El Real Junior, donde trae espectáculos destinados al público infantil.

Las redes sociales no se quedan atrás y varias iniciativas internacionales conmemoran esta jornada. Es el caso de Ópera Robot (Reinicio de Ópera), una iniciativa impulsada por Ópera Europa, Ópera Latinoamérica y Ópera América para celebrar la reapertura de los teatros líricos después del parón provocado por la pandemia.

La ópera como vehículo de aprendizaje es también la premisa que se han marcado numerosas escuelas que están desarrollando actividades para acercar este género musical a las aulas. “He podido comprobar cómo las palabras sencillas, un tono adecuado con cálida complicidad, y sobre todo pararse a escuchar los momentos más emocionantes, dejándonos llevar por la música, es una buena forma de empezar”, explica la musicóloga Georgina García-Mauriño, en referencia a cómo la “curiosidad” de los niños y niñas es un buen gancho para acercarlos a este tipo de música.