La digitalización de las enotecas, la tarea pendiente del sector

La digitalización de las enotecas, la tarea pendiente del sector.

El sector profesional del vino, aún muy artesanal, es uno de los gremios a los que más les está costando la digitalización. Lo mismo sucede con la industria química. Pero el salto a lo digital es ya inevitable.

La digitalización, es decir, el proceso de transformar procesos analógicos y objetos físicos en digitales, es un camino que todos los servicios y empresas más tarde o más temprano, de una u otra manera, tendrán que recorrer. Hace unas décadas, apenas había empresas digitalizadas. Pero desde hace ya unos años cada vez más sectores se están subiendo, más por necesidad que por devoción, al carro de la digitalización.

Sin embargo en determinados campos hay más reticencias. Ya sea porque el tipo de producto lo impide o porque el sector en sí tiene un pensamiento más “analógico”, lo cierto es que aún hoy en día, incluso pandemia mediante, algunos sectores ponen más barreras al inevitable salto a lo digital.

Desde escanear los documentos para prescindir del papel hasta hacer uso del almacenamiento en la nube para guardar los archivos importantes eliminando la “sala de archivadores”, pasando por ofrecer a los clientes la posibilidad de hacer cuantos más trámites por internet, mejor.

Uno de esos sectores a los que le está costando digitalizarse es al de las enotecas. El sector que trabaja en torno a la producción y consumo de vino es a veces reticente a este paso. Es su tarea pendiente, aunque del mismo modo son cada vez más las enotecas que se están animando a digitalizar.

De hecho han surgido plataformas comerciales como Enoticket para comercializar experiencias de enoturismo, rutas o incluso museos del vino, con lo digital como base. También desde webs especializadas señalan como es este el único camino: “Si las bodegas quieren que los servicios de enoturismo sean una línea de negocio rentable e independientemente económica por sí mismas, han de sumarse a la automatización y a la era digital”, explican desde cursocatadelvino.com.

Lo que que limita a las empresas del sector es la creencia de que lo artesanal choca con digital. Sin embargo, lo digital parece ser cada vez más el único camino para que este tipo de empresas no solo no se estanquen, sino que crezcan en ventas y popularidad. Y es que tener presencia digital bien posicionada en la zona de actuación puede mejorar de manera importante las visitas a las bodegas, además de ser un reclamo entre los turistas que buscan las cada vez más demandadas experiencias gastronómicas.

La química, otro sector poco digitalizado

Pero el sector del vino no es el único con esta tarea pendiente. Curiosamente las empresas relacionadas con la química están a la cola en cuanto a digitalización. Pese a ser uno de los mercados más relevantes, aportando a la economía mundial gran parte de su fortuna, y ofreciendo productos en todos los ámbitos, la industria química , según un estudio elaborado por Deloitte, no termina de amigarse con la digitalziación. Sin embargo, como adelantábamos, el camino hacia lo digital, les cueste más o menos, es ya imparable.