Ingresado por su adicción a 'Fortnite', ¿cómo controlar el ‘engache’ a los videojuegos?

Un menor ha sido ingresado por su adicción a 'Fortnite'.

¿Cómo saber si nuestros hijos tienen una adición a los videojuegos? ¿Cómo actuar para frenar el ‘enganche’? En Castellón ya se ha dado el primer caso de un menor que ha tenido que ser ingresado por su adición a ‘Fortnite’.

La prensa nacional publicaba este miércoles, 15 de septiembre, como un menor de la provincia de Castellón había tenido que ser ingresado en un centro sanitario para frenar su adición a los videojuegos; en concreto, a ‘Fortnite’. El adolescente presentaba un extrema adición que estaba afectando a su comportamiento así como a su rendimiento académico. Los padres incluso habían comprobado como el menor faltaba a clases, por lo que optaron por pedir ayuda.

Según recoge la prensa, el menor ha tenido que ser sometiendo a un tratamiento intensivo, multidisciplinar y cognitivo-conductual, enfocado hacia el comportamiento alterado por los pensamientos. Además, no solo ha tenido que realizar el tratamiento el menor, sino que sus padres también han tenido que trabajar en ello ya que la situación termina siendo un problema familiar. Tras su hospitalización, el menor ha mostrado mejoría en su comportamiento y se considera que está controlando su uso de los videojuegos.

Desde 2019, la OMS considera oficialmente el abuso de videojuegos como un trastorno debido a comportamientos adictivos. Y es que cada vez son más las voces que alertan acerca de cómo adolescentes (y también niños) están pasando excesivas horas jugando a los videojuegos, lo que se ha convertido en un problema social y sanitario, ya que está derivando en una patología de conductas adictivas al mismo nivel que pueden ser las drogas.

¿Pero cómo detectar que nuestros hijos o hijas pueden estar realmente sintiendo una adición a los videojuegos? Algunos de los aspectos que los profesionales sanitarios señalan son: “Aislamiento en casa, rechazo a las relaciones sociales, escaso interés por el entorno, inflexibilidad personal persistente, elevada selección en gustos, negativa inicial de acudir al médico, alteraciones en el desempeño de las actividades básicas diarias, cambio negativo en su ritmo del sueño o problemas para la toma del tratamiento inicialmente prescrito”.

Además también se señalan que existen ciertos factores que pueden agudizar la situación. Entre otros encontramos: “Retraimiento social, bajo rendimiento académico, existencia de problemas psicopatológicos como depresión, personalidad perfeccionista u obsesiva o aparición de problemas sociofamiliares como un escaso control parental o estresores externos”.

¿Qué hacer entonces para prevenir y atajar esta adición? Esa es la pregunta que pueden plantearse muchos padres si detectan en sus hijos algunos de estos rasgos. Es por ello que los especialistas recomiendan, por encima de todo, “establecer límites claros y bien definidos” con horas concretas para jugar y otras horas destinadas a otras actividades, como por ejemplo actos en familia. Además de crear siempre un clima de comunicación.