EL LABORATORIO

Resacas navideñas y B12

RESACAS NAVIDEÑAS

Con la llegada de las fiestas navideñas, el consumo de alcohol se ve incrementado: comidas de empresas, cenas familiares, Fin de Año… y tan popular como estas fechas es la creencia de que ante una intensa borrachera, el remedio médico más eficaz es la inyección de vitamina B12. Sin embargo, esto no es más que un mito que rodea a las largas noches de diversión.

El alcohol, es una sustancia que sobre el organismo actúa en dos fases. En la primera de ellas es capaz de causar un estado de relajación y alegría, que poco a poco, va dando paso a un aletargamiento y problemas en la coordinación. Las membranas de nuestras células permiten muy fácilmente el paso del alcohol, y por ello éste es capaz de llegar a todos los niveles del organismo rápidamente. Así, entre 30 y 90 minutos después de ser ingerido, el alcohol es capaz de provocar desórdenes tan importantes como disminuir los niveles de glúcidos en sangre (fuente energética) o causar alteraciones en la vasopresina (hormona que regula el funcionamiento de los riñones). Consecuencia de esto aparecen síntomas de fatiga y deshidratación por la pérdida de grandes cantidades de agua en la orina.

La vitamina B12 o cobalamina, a la que tantos dones curativos para las resacas se le ha otorgado, es una vitamina esencial para el correcto funcionamiento del sistema nervioso. Incapaces de sintetizarla, debemos tomarla de las bacterias que habitan en nuestro intestino o ingerirla en la dieta. En cuanto a su relación con el alcohol, es muy distinta a la que habitualmente se cree.  Para poder absorber correctamente esta vitamina se requiere de glutatión, una molécula producida en el hígado, que también participa en el metabolismo del alcohol. Así, cuando se ingiere alcohol de forma habitual, la cantidad de cobalamina reabsorbida disminuye, al no haber glutatión disponible. Esto se traduce en que los pacientes con problemas de alcoholismo presentan a medio plazo niveles de vitamina B12 por debajo de lo normal.

Aparece así entonces la cuestión de qué portan esas inyecciones que se administran en los servicios de urgencia cuando llega un paciente con una intoxicación alcohólica aguda. Si bien no contienen vitamina B12, sí que tienen vitaminas del grupo B, en concreto vitamina B1 o tiamina y vitamina B6 o piridoxina. Junto con éstas, se administra suero glucosado al 5% para evitar la deshidratación del paciente y aportarle también glucosa.

La vitamina B1 se administra pues es necesaria para el metabolismo de la glucosa. Si se le administra glucosa y no tiamina, se puede desencadenar que aparezca una patología conocida como Encefalopatía de Wernicke. Por su parte, la vitamina B6 se administra pues hasta hace poco se creía que ayudaba a metabolizar y eliminar el alcohol más rápidamente. Hoy día, se ha demostrado que un derivado de ésta, la metadoxina, es más eficaz para eliminar el alcohol del organismo más rápidamente.

Aún, con esta inyección que va a contribuir a que desaparezca antes el efecto del alcohol en sangre, la resaca no se va a ver afectada. Al día siguiente, lo más probable es que aparezcan esas molestias y ese malestar tan característico que evoca a la jornada anterior. Por el momento, no existe ningún remedio eficaz que ayude a no sufrir resaca y es más, las causas aún no se encuentran esclarecidas completamente. Por el momento, solo queda los clásicos “beber mucha agua y paracetamol”.