FERNANDO GALINDO FRÍAS
FERNANDO GALINDO FRÍAS

ELECCIONES HERMANDAD DE LAS PENAS

Fernando Galindo: "Nuestro objetivo es recuperar la Hermandad y volver a abrir sus puertas de par en par"

Fernando Galindo: "Nuestro objetivo es recuperar la Hermandad y volver a abrir sus puertas de par en par"

Peluquero de profesión, jubilado y cofrade devoto de su Hermandad de las Penas. Ha estado desde el año 1981 participando del día a día de su cofradía, de la que ha sido catorce años Hermano Mayor. Después de varios años lejos de la primera línea y apoyado por un nutrido grupo de hermanos, quiere volver a convertirse en la cabeza visible de “Las Penas” para abrir de par en par sus puertas, las de su Hermandad. 

¿Cómo surge la idea de volver a  ser Hermano Mayor? 

La idea de volver a ser Hermano Mayor ya surgió hace cuatro años. No pudo concretarse porque preferimos la continuidad de los proyectos que se estaban llevando a cabo y no interferir sin pretenderlo en el desarrollo de la Hermandad. Pasado el tiempo, el equipo del que formo parte cree que es la hora de volver a la que fue nuestra casa, creemos que la Hermandad lo necesita y, ¿por qué no decirlo?, nosotros también necesitamos volver a vivir la Hermandad. 

 

¿Cuántos años estuviste al frente de la Hermandad? 

De Hermano Mayor durante catorce años y, desde que llegué a la Hermandad en el año 81, siempre ligado a las labores de gestión y trabajando por el devenir de la misma. Ser Hermano Mayor de tu Hermandad es un gran honor, pero ser costalero, que es como yo llegué a la cofradía, es el puesto más bonito que uno puedo tener cuando la cofradía sale a la calle. He sido miembro de junta también durante muchos años, siempre al servicio de lo que se ha necesitado y de quienes han estado al frente de la Hermandad en todo momento. 

 

¿Cuál es la chispa que enciende tus ganas de volver a la gestión de la Hermandad? 

Son varios motivos, no es fruto de la casualidad. Durante todos estos años, he notado una pérdida notable de hermanos en la Hermandad, no solo en el censo ni en los cultos, también en las salidas procesionales. Uno de los “benditos problemas” de esta Hermandad es que siempre ha tenido exceso de gente, a mí me costó dos años entrar en la cuadrilla del Señor y observo que eso se ha perdido. Hay que recuperarlo a toda costa, para que nuestra corporación no sea algo inerte, sino vivo, con gente, con hermanos que participen de la vida diaria de la misma, con un Jueves Santo con todas las insignias  de la Hermandad en la calle y con unos hermanos orgullosos de su Hermandad. 

 

¿Has encontrado mucha dificultad para hacer un equipo para la Junta de Gobierno? 

La verdad es que ha sido una tarea trabajosa, no queríamos hacer una junta de “relleno”, por así decirlo, queríamos hacer algo de verdad, con hermanos que tuvieran ganas de dar un cambio a la Hermandad. Ha habido mucho apoyo por parte de muchos hermanos, aunque no todo el mundo ha querido “mojarse”. Aún así, desde muy pronto, pudimos cerrar un equipo muy completo de hermanos muy ilusionados con el proyecto y que, desde el minuto uno, cuentan con todos los requisitos establecidos en el Estatuto Base del Reglamento Diocesano y, por supuesto, comprometidos con la Iglesia, que era nuestro requisito más indispensable. Ha habido también muchos ofrecimientos para trabajar incansablemente con nosotros y hemos abierto las puertas de par en par a todos los que quieran participar. 

 

¿Cuáles son los principales proyectos de tu candidatura? 

Todo pasa por volver a una “normalización”, por recuperar la vida de Hermandad, el sello inconfundible que ha venido fraguando con el tiempo y nuestro don más preciado: los hermanos y nuestra Casa de Hermandad. Manejamos varios proyectos para hacer de nuestra Casa algo más decente, donde podamos convivir y podamos estar “como en casa”. Ha tenido durante mucho tiempo las puertas cerradas para los hermanos y queremos volver a abrirlas. Es necesario que haya vida, que estemos, como la Iglesia, vivos. Después. ya podremos hablar de pequeños proyectos que se recogen en el documento que hemos entregado con nuestra candidatura. Pero también tenemos que decir que no sabemos con qué nos vamos a encontrar. Tenemos que ver en qué “estado de salud” está la gestión de la Hermandad y, a partir de ahí,  poder establecer unos proyectos reales, que sean factibles y que no supediten la vida de Hermandad a diferentes aspiraciones económicamente inalcanzables. 

 

¿Qué esperas de los hermanos de “Las Penas” para estos próximos cuatro años?. 

Pues que participen en todo, que vuelvan a la que siempre ha sido su Hermandad. Han sido muchas las personas que nos han parado por la calle con la intención de volver a participar activamente en la vida de la cofradía. Creo que vamos a ir a más en muchos aspectos. Para este primer año, tenemos un tiempo muy limitado, porque es casi Cuaresma y aún estamos liados con el tema de las elecciones, pero se hará lo que se pueda. Hemos vivido, algunos de los que estamos en este equipo, una época en la que lo más importante era el patrimonio humano, sin menospreciar todo lo demás. Tenemos que pedirle a nuestros Sagrados Titulares que nos ayuden en esto, a recuperarlo, a hacer que sepamos estar a su altura, caminando a su lado y llegando a realizar la catequesis tan importante en nuestra vida diaria con nuestros hermanos. 

 

¿Qué opinas de la polémica que ha suscitado este periodo electoral? 

Pues que nos hemos mantenido al margen por prudencia y por honor. Tenemos poco que ver con el tema, no ha sido nuestra guerra. Tenemos, desde el primer momento, la conciencia muy tranquila ya que el equipo que componía la candidatura cumplía, como ya he dicho, con todos los requisitos que nos solicita el Reglamento Base Diocesano. Lamento, como no puede ser de otra manera, que todo haya sido así, pero no queríamos renunciar a poder gobernar la Hermandad con las ideas que tenemos, como esperamos que sea durante estos cuatro años. 

 

¿Qué llamamiento harías a los hermanos para las elecciones y estos cuatro años? 

Que participen en la votación, que necesitamos su apoyo para poder hacer frente al proceso electoral y que, si todo va como esperamos que vaya, participen de su Hermandad todo el año. Queremos que sepan que estamos a su disposición para cuanto necesiten y que necesitamos que nos ayuden a incrementar la devoción al Santísimo Cristo de la Humildad y Paciencia y Nuestra Señora de las Penas.

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