LITERATURA

Sara de Haro: "La literatura de terror siempre enganchará al público porque nos desconecta de la realidad, aportando dosis de adrenalina"

Sara de Haro: "La literatura de terror siempre enganchará al público porque nos desconecta de la realidad, aportando dosis de adrenalina"

Con dos novelas publicadas, una tercera a punto de salir y una cuarta en proceso, Sara de Haro es una de las escritoras terror más prolíficas de Ceuta. Su primera obra, ‘Alan, no estás solo’, llegó a las librerías en 2020 y desde entonces, De Haro ha terminado una novela por año. Esta inquieta amante de la psique humana, lo paranormal y el mundo espiritual no tiene planes de quedarse parada y compagina su cuarta obra con los estudios de Historia del Arte.  

El género del terror lleva ya tres siglos atrayendo al público. ¿En qué cree que han cambiado la forma de interesar a los lectores y espectadores?

El terror siempre enganchará al público, sea la época que sea, pero que ha habido un cambio drástico. Eso es totalmente visible. Antes el terror era mucho más misterioso, más psicológico. Ahora ha habido una evolución muy grande cuando hemos incorporado más películas de zombis, de vampiros y más gore. Yo creo que el terror ha dado un paso más allá. Pienso que ha dejado de ser más miedo para ser más terror. Aunque sean sinónimos, para mí hay una diferencia entre el miedo y el terror. El miedo lo veo un poco más psicológico, más místico, y el terror lo veo un poco más bruto.  Esa es la evolución que yo veo que está ocurriendo, tanto en las películas como en los libros, como en los cuentos y todo lo que nos rodea respecto a ese tema.

 

¿Qué tiene el género para seguir sumando seguidores?

Yo creo que nos gusta tanto porque en parte nos desconecta un poco de la realidad. También nos proporciona esa adrenalina, que es evidente que no vamos a conseguir y que no nos va a llegar. Ese miedo de decir ‘me está persiguiendo el malo’, ‘tengo que subir las escaleras, tengo que bajarlas’, ‘donde me meto’… o averiguar quién es el asesino o lo que está ocurriendo. Todo son cosas que a nosotros como ciudadanos normales nos alienta. Yo creo que es eso por lo que nos gusta tanto, porque es una forma de desconectar de la realidad.

Ha dicho en otras entrevistas que escribir le resulta catártico, similar a como los cómics ayudan a Alan a escapar de la realidad. ¿Qué tienen las artes que nos ayudan a salir de la rutina y por qué necesitamos salir de ella?

Todos necesitamos salir de esa realidad en la vivimos, aunque vivamos cómodamente. Creo que a veces necesitamos escapar de nuestra propia mente.  La mente nos atrapa mucho, nos fustiga mucho, nos manda muchas obligaciones. También tenemos las propias obligaciones del día a día. Entonces buscar ese arte que todos llevamos dentro, ya sea un arte musical, ya sea de escritura, ya sea un arte corporal… yo creo que es una forma de evadirnos. Es el propio cuerpo, la propia persona, la que desconecta de este mundo tan acelerado, que nos exige tanto y también un poquito de esa realidad que dice naces, creces y mueres y es lo que tienes que hacer. Tienes que acatar una serie de normas, una serie de convicciones. Yo creo que expresarnos a través de nuestro propio arte, lo que nos gusta a cada uno,  es la forma más maravillosa de tocar esa creatividad que todos tenemos dentro. Creo que es fantástico poder evadirse.

 

En esta segunda novela esperamos también mucho terror y emoción pero ¿habrá algo que también nos acabe sorprendiendo?

En la segunda hay muchas, muchas sorpresas, muchísimas cosas. Hay unos giros enormes que son muy difíciles de averiguar.  Lo que sí te puedes identificar seguramente es con el personaje de Alan. Aunque las personas que hayan leído la novela pensarán de Alan que tiene unos rasgos psicópatas o malvados, por decirlo de alguna forma, te identificas con él porque es una persona que ha sufrido toda su vida.  Durante su niñez, durante su adolescencia, también sufrió durante su madurez, e incluso al final de su vida también muestra un tipo de sufrimiento. Por eso creo que la sorpresa, y lo que más llama la atención del libro es que, a pesar de saber lo que está ocurriendo con el protagonista, te puedes llegar incluso a sentir identificado con él.

 

La primera novela, ‘Solo queda perder la cabeza’, tenía elementos personales de su vida ¿Qué nos sorprendería descubrir como personal en esta segunda obra?

En todas mis novelas siempre vais a ver un poquito de toque familiar. Siempre va a aparecer una persona que esté conectada con el protagonista, ya sea su hermana, ya sea su hermano, su padre, su madre… En todas las novelas va a haber ese toque familiar porque me gusta mucho resaltarlo. También me gusta resaltar el carácter psicológico de las personas. La psique humana es algo que me apasiona y me gusta destacarlo sobre todo en los protagonistas. Cómo sufren debido a esas enfermedades mentales que padecen, como puede ser la depresión, la ansiedad, o enfermedades un poco más graves, como pueden ser enfermedades psicóticas, la bipolaridad. En todas mis novelas me gusta incluirlo también. 

El trastorno de identidad disociativo ha sido objeto de distintas obras y películas porque gran parte de la mente humana es todavía un misterio, ¿qué aporta como herramienta literaria desde el punto de vista narrativo?

Para mí supuso un  reto muy, muy interesante. Crear cinco personalidades diferentes es complicado. Es complicado porque a lo mejor una se fusiona con otra y entonces ya pierde su identidad o su personalidad. Me resultó muy, muy, muy complicado, y más basándose en que eran villanos de cómics. Entonces es todavía más difícil porque aparte de tener su propio poder, también tiene que tener su propia personalidad. Uno tiene que resaltar más que otro y la verdad es que me supuso un reto complicado pero también bastante divertido, porque tuve que informarme a través de los cómics. Tuve que informarme de los superhéroes y de los villanos, de cómo podría ser una batalla y dónde, cómo actuaría cada uno… La verdad es que me resultó bastante entretenido.

 

Alan, no estás solo’ ya estaba en proceso de creación cuando publicó su primera novela. ¿Ya tiene proyectos para un nuevo libro?

La tercera está ya calentita. Se publica a finales de este mes de octubre o a principios de noviembre. Se llama ‘Misantropía’ y también le dediqué bastante tiempo, porque la primera, ‘Solo queda perder la cabeza’, ya la tenía acabada en unos seis meses porque, como era autoficción, me resultó más sencilla. Después Alan tardé un año y con esta de ‘Misantropía’ tardé otro año. Lo que puedo decir es que también es una novela muy psicológica, que trata sobre dos hermanas. El cariño que se tienen, que es extremo, ya que Alma, que es la hermana mayor, es capaz de proteger a Cloe, aun sabiendo que Cloe lleva dentro de ella un instinto psicópata que la está obligando a matar y que en breve va a explotar y van a ocurrir una serie de asesinatos en los que va a verse envuelta ella, su familia y su hermana.

 

Como todo escritor seguro que tiene muchos relatos en el cajón que todavía no han visto la luz del día. ¿Cuál le haría más ilusión ver  impreso?

Tengo unos cuantos. Ya he publicado algunos en varios concursos pero el que tengo que es mi favorito es uno que se llama “Ojos de miel”  y que escribí para mi madre, que falleció hace unos años. Es al que más cariño le tengo y se sale de lo excepcional porque no es de terror. Lo tengo con mucha estima y muy bien guardado porque me conecta mucho con ella, igual que mi primera novela.

Además de escribir novelas y relatos, también realiza cuentos por encargo. ¿En qué consiste exactamente?

Son libros y cuentos personalizados. Por ejemplo, una pareja que se va a casar y quiere un libro sobre cómo se conocieron, los viajes que han hecho, todos sus sueños y esperanzas hasta el momento que vayan a casarse. Entonces yo hablo con uno de los dos, me cuenta todo, me manda una serie de datos, incluyo fotos e ilustraciones y le creo un libro, con su portada y su contraportada, de unas 80 o 100 páginas.  Con los cuentos para los peques ocurre lo mismo. Si quiere ser un superhéroe de Marvel, por ejemplo, pues la mamá me dice mi niño tiene estos amigos, quiere ser Hulk, le gusta esto… Yo le creo una historia relacionada con ello y le hago el cuento con su portada, sus fotos e ilustraciones. Está muy entretenido y queda muy bien.

 

Escribir una novela requiere constancia y esfuerzo. ¿Tiene algún ritual en el proceso creativo para descubrir a dónde irán los personajes o sabe la historia completa antes de sentarse a escribir?

Cuando me siento no sé en absoluto la historia completa. He variado millones de veces las tramas de mis libros. El primero no, pero el de Alan y ‘Misantropía’ sí. En el de Alan incluso cambié el final en el último mes antes de publicar. ‘Misantropía’ estoy haciendo una segunda parte, pero yo no me siento con una idea ya escrita. La mayoría de escritores tienen anotaciones pero yo soy contraria a eso. No me gusta. Lo dejo todo en mi cabeza. Tengo que estar sola en mi habitación, con la luz apagada, solo la del portátil, y escuchando música, que suele ser Placebo o Lana del Rey. Son músicas un poco deprimentes pero me ayudan para desarrollar la historia.

 

Sara de Haro: "La literatura de terror siempre enganchará al público porque nos desconecta de la realidad, aportando dosis de adrenalina"