VistaÓptica tiene gafas de sol y graduadas para todos los gustos pero también es un centro auditivo. ¿Qué pueden encontrar los clientes aquí?

Además de vender gafas, de sol y graduadas, graduamos la vista y orientamos. Siempre nos gusta graduar antes de vender una gafa, si la persona viene sin receta. Con la receta ya directamente sabemos lo que tiene. También hacemos adaptación de lentillas, audiometría y adaptación de audífonos. Antes recomendamos que hayan pasado por un otorrino, para asegurarnos de que realmente la solución es solamente con audífonos, porque no sabemos si puede arreglarse con un tratamiento. Ahí ya empezamos nuestro trabajo. Si viene con audiometría y tienen poco tiempo, respetamos esa audiometría. Si no, hacemos nuestra audiometría y a través de eso se programan los audífonos. Hoy en día son todos digitales. Depende de la necesidad de la persona, puede ser un tipo de audífono u otro. Ahí va nuestro asesoramiento para intentar que se lleve lo me que mejor le vaya a funcionar.

¿Cómo es el proceso a la hora de atender a un nuevo cliente?

Nos gusta graduar primero y, una vez que tenemos la graduación, ya sabemos más o menos qué tipo de gafa puede llevar. Aparte de que estéticamente le quede bien a la cara y le guste, pues por ejemplo, si me viene una receta con una graduación de una miopía muy grande, no se me ocurre recomendarle una gafa metálica grande, porque le va a pesar. Siempre intentamos asesorar a la hora de hacer nuestro trabajo, tanto yo como Esperanza, en el tema de gafas, depende de la graduación intentamos aconsejar para que le quede bien estéticamente y pensando siempre cómo va a quedar el cristal. A veces es una pelea porque si hay una tendencia de gafa grande, por ejemplo, pero el cliente tiene la cara pequeña y quiere una gafa de moda, los centros del cristal no van a ir donde tiene  que ir y hay que explicarlo para que se entienda.

¿Las tendencias influyen mucho a la hora de escoger una gafa para ver?

Lo bueno que hay ahora mismo es que se lleva de todo. Hubo una época, hace más de 5 años, que venía una tendencia todo de pasta, otra tendencia todo metal, todas pequeñas o todas grandes. Ahora hay de todo. Está la de pasta, porque hay personas que necesitan pasta y están mucho más cómodas con la pasta. Hay pasta grande y pasta pequeña. Depende de las graduaciones. Está el metal. Hay de todo y eso viene muy bien porque cada persona es un mundo y cuando empezaba una tendencia y eran todos iguales, había personas que no encontraban lo que buscaban. Ahora no tenemos ese problema. Puede haber una tendencia más que otra, pero no se elimina lo que se sigue llevando. Eso nos viene bien tanto al cliente como a nosotros, porque la persona sale contenta. Este año, por ejemplo, hay tendencia de gafas metálicas grandes o pasta gruesa, pero los fabricantes hacen de todo. 

Y a los que no les gustan las gafas, ¿qué pueden hacer?

En el tema de lentillas hacemos lo mismo. Graduamos y miramos qué tipo de ojo es.  Si es ojo seco, ojo normal,  si va a aguantar la lentilla, si se recomiendan unas lentillas diarias, mensuales… etc. Hacemos un estudio y unas pruebas que consisten normalmente en ir aumentando el horario. Primero una hora con las lentillas elegidas, el segundo día tres horas, el tercer día ocho horas. Si vemos que el ojo acepta perfectamente las lentillas, es cuando empezamos a enseñar a la persona a ponérselas y quitárselas. De aquí no sale sin saber hacerlo, porque no queremos correr riesgos. Y después hacemos controles cada tres meses, cada seis meses y ya con el tiempo cada año, para ver si sigue nuestras recomendaciones. Hay mucha gente que abusa de las lentillas. Nosotros le decimos como mucho ocho horas y se pasan todo el día con ellas y después eso pasa factura. Con los controles lo detectamos con tiempo para que no haya riesgo de asfixia de la córnea.

Las lentillas han avanzado mucho, tanto en materiales como en opciones. ¿Cuáles son las últimas novedades?

Una de las novedades es que ya hay lentillas progresivas, para poder ver tanto de lejos como de cerca. Las personas que ahora están cómodas con lentillas y cuando tengan más de 45 empiecen con la presbicia, ya podrán seguir con ellas. Hasta ahora tenían que poner una gafa encima de la lentilla o dejarlas y utilizar solamente las gafas.  Ahora ya tiene solución. Siempre se está intentando mejorar la geometría de las lentes, los materiales de los que están hechas para que sea lo más cómodo posible, etc. Donde más nos estamos formando ahora es sobre la miopía en los niños. Cada vez hay más niños miopes y hay avances para frenar la miopía. Hay varios tipos de lentillas, unas incluso diarias, para ayudar a frenar la miopía. No la quitan, pero intentan frenarla para que si empiezan con dos dioptrías y a los 25 fueran a tener ocho, ese aumento se pueda frenar en parte. Ya lo han sacado también en cristales porque, aunque las lentillas dan mejor resultado en niños, es más difícil que se adapten a utilizarlas.

Además de los audífonos, tenéis otro producto personalizado para los oídos. ¿En qué consiste?

Hacemos moldes de silicona a medida  para los oídos. Hay muchos niños y también personas adultas que cuando van a la piscina, se duchan o se les mete agua, tienen otitis, etc. y se tiene que proteger para que no les entre nada de agua. Se venden los universales en las farmacias, pero en esos puede entrar un poco y para que no entre nada de agua, lo hacemos a medida. Muchos otorrinos lo recomiendan para baño, piscina o ducha y lo bueno es que flotan. si por casualidad lo pierdes, flota y lo puedes encontrar.

En Ceuta no se puede vivir sin proteger los ojos con gafas de sol. ¿Hay alguna época mejor para comprarlas?

Las gafas de sol se venden casi todo el año, porque normalmente aquí tenemos el sol todo el año. Hay épocas como Navidades en las que se compran como regalo pero a partir de marzo empieza la temporada y empiezan a venderse más. Respecto a otras zonas de la Península, en Ceuta los cristales claritos funcionan poco porque tenemos sol fuerte todo el año y las aprovechamos más tiempo. Es importante protegerse del sol porque los rayos llegan a la tierra y dañan la vista. Los cristales deben ser homologados, con buenos filtros, independientemente de la marca. Nuestra pupila se cierra cuando hay luz pero con una gafa de sol, la pupila se abre. Si los cristales son buenos, los rayos no dañan el ojo, pero si es una gafa no homologada con los cristales sin filtro ni protección, se daña el ojo por dentro. Es mejor no poner nada que ponerse unos cristales sin protecciones, que engañan al ojo, la pupila se dilata y entra todo. No tienen que ser caras, hay gafas con buenos cristales  incluso a partir de 20 euros. Por suerte cada vez la gente es más consciente y se protege mejor, incluidos los niños.